El Instituto de Estudios de Ronda y la Serranía se complace en dar la bienvenida a los participantes del I Congreso de Patrimonio de la Serranía de Ronda, centrado en esta primera convocatoria en los aspectos culturales, con lo que se deja una futura y próxima reunión científica el patrimonio natural y rural. Como en anteriores ocasiones, el Instituto ha contado con un prestigioso elenco de ponentes, quienes van a desgranar en estos cuatro días todos y cada uno de los aspectos del rico patrimonio serrano (arqueológico, documental, literario-filológico, artístico y antropológico-etnográfico), así como de su didáctica. Cada una de estas secciones estará coordinada por especialistas y miembros de esta Institución, que serán los encargados de dirigir y moderar las distintas sesiones. Abierto a toda persona interesada en estas disciplinas, el Congreso se articula como una reunión científica con hasta dieciséis ponencias y numerosas comunicaciones, que supondrán la puesta en escena de otras tantas investigaciones y/o artículos. Para ello se ha intentado formalizar una razonada secuencia temporal de las secciones acorde con cada una de las ponencias anunciadas, a las que se agregan por afinidad temática las consiguientes comunicaciones, mesas redondas y discusiones científicas.

La Serranía, y la ciudad de Ronda en particular, no están precisamente faltas de patrimonio. El primero de ellos es el paisaje; pero, al no ser éste objeto de esta reunión, sino de un próximo congreso, bien valdrá integrar en él cuanto de valioso y patrimonial se subsume en su abrumadora presencia, comenzando por la propia capital serrana, aquella de la que Rilke dijo ser una ciudad sin ningún monumento especialmente relevante, pero siendo ella en sí misma un gran monumento, en esa exquisita unión de lo que Natura ofrece y el hombre ha propuesto a lo largo de los siglos. También los pueblos serranos disfrutan de esta especial dilogía, y nada en ellos se hizo que no fuese acorde con el entorno privilegiado en que se hallan. Expuestos así Ronda y su tierra en esta conjunción de elementos naturales y humanos, sólo quedaba consagrarlos a partir del conocimiento, y de ahí esa admiración por parte de los grandes viajeros y escritores que por aquí han venido y vienen: Ronda y sus sierras, más que origen o nacimiento de grandes autores, fueron, son y serán un bello objetivo para narrar, un paisaje humano para describir, y una naturaleza, madre de criaturas de tres continentes, para descubrir.

Foto: Andrés Aguayo

Pero este Congreso no sería posible sin la hospitalidad y el patrocinio de la Institución que, nuevamente, nos acoge. La Real Maestranza de Caballería de Ronda llega, alcanza y coadyuva educativa y socialmente donde otras instancias no lo hacen, pues el desarrollo cultural y la educación están en el ADN de esta noble Casa, sede de una escuela de alta equitación, de una extraordinaria biblioteca, de un fondo documental más que valioso, y de un museo moderno y metodológicamente muy bien organizado en permanente y exquisita exposición.

Y todo ello girando alrededor de un monumento excepcional, la plaza de toros más bella, y con más literatura, del mundo. Por estos motivos, la Real Maestranza fue distinguida en 2021 con el premio Hispania Nostra (casi coincidiendo con el 450º aniversario de su fundación), en su categoría especial y extraordinaria, por la delicada y constante protección de tan rico patrimonio, destacándose no sólo esa labor en lo que respecta a los inmuebles, sino también en lo relativo a su inmenso legado bibliotecario y documental. Por último, citar aquí la efeméride a la que pensamos no se ha dado la debida importancia en esta ciudad: el cuarto centenario del más grande literato que en Ronda nació, Vicente Espinel, tendrá en esta reunión un recuerdo y dedicatoria en su programa, y una ponencia exclusiva que nos haga recordar su legado.

José Antonio Castillo Rodríguez, presidente del IERS

Foto: Andrés Aguayo